PREGUNTA: ¿DEBO TRATAR A MI PERRO COMO A UNO MÁS DE LA FAMILIA?
RESPUESTA: En cierto modo, SI.
El perro debe considerarse un miembro más del grupo familiar. Pero eso no quiere decir que debamos tratarle como si fuera una persona.
Para que nos entienda, debemos hablar en su idioma, debemos comunicarnos a su forma. No con palabras, sino con comportamientos claros referidos al nivel de energía, a la ocupación del espacio y al respeto a la propiedad.
En casa, le haremos sentir uno más, pero también le enseñaremos que ocupa el último lugar en el rango jerárquico del clan. Así entenderá que nuestros hijos no son sus iguales y así aprenderá a respetarles.
Y también le enseñaremos que hay que aceptar normas y que hay que guardar los límites. El hogar es el escenario de descanso, de modo que el nivel de energía ha de ser bajo.
Es importante enseñar a nuestro perro a estar a solas en nuestra presencia para que así sepa estar solo en nuestra ausencia. Si el perro nos sigue en casa a todas partes se sentirá mal cuando nos vayamos.
Para mantenerlo en un espacio separado utilizamos un transportín o una cadena fija a la pared. El perro se comporta instintivamente como el lobo y el lobo solitario reposa en una madriguera. Con el transportín y con la cadena satisfacemos esta necesidad de refugio.
El perro aprenderá a sentirse a seguro y tranquilo en ambos casos. Y, cuando el perro esté en una de estas localizaciones pasaremos delante suyo sin siquiera mirarle, para dejar así bien claro que somos nosotros y no él quienes dirigimos la interacción. Si ignoramos al perro y el nos ignora no habrá ningún problema cuando marchemos.
Y le adiestraremos para estar suelto en casa con todos y con cada uno de nosotros, tal y como lo hacen los componentes de un grupo de lobos cuando descansan, relacionándose con los miembros que lo componen, pero siempre con tranquilidad.
Porque, recordémoslo, en este marco de familia, nuestro perro debe interpretar que nos encontramos en situación de manada en reposo.
Con este trato, dulce y firme al tiempo, manteniendo un equilibrio entre soledad y compañía, al perro le resulta fácil y natural integrarse en paz en nuestro hogar.
Con educación, disfrutará tanto de nosotros como nosotros de él.
También mi perro es uno más en la familia. En el Centro Canino CCAM99 estuvo muy bien atendido.